Hay muchas formas de cuidarse a
diario para sentirnos mejor con nosotros mismos. Ejercicio físico regular, una
alimentación equilibrada y mantener buenas relaciones con los demás son algunos
de los pasos más importantes para lograrlo. No hay duda de que, para sentirnos
bien por fuera, antes deberemos hacer lo propio por dentro, a través de
pequeños gestos que tendrán grandes resultados.
Como hemos dicho, uno de los
pilares básicos para sentirnos bien por dentro y por fuera es mantener una
correcta alimentación. Por eso, hoy os queremos hablar de los mejores alimentos
que contribuyen a potenciar nuestra belleza. Están al alcance de todo el mundo,
solo tenemos que incorporarlos a nuestra dieta para empezar a ver los efectos
positivos.
Una dieta rica en frutas y verduras
Ya lo dicen los expertos, no hay
alimentos buenos ni malos, sino dietas equilibradas. Aun así, nuestra dieta
siempre será más sana si es rica en frutas y verduras, que aportan vitaminas y
otros nutrientes beneficiosos para el organismo.
Dentro de las frutas y verduras,
destaca, por su especial valor, el brócoli, también llamada la “súper-verdura”
por su alto contenido en minerales, como magnesio, hierro y potasio Es, además,
un poderoso antioxidante que ayuda a mejorar la vitalidad de nuestra piel, a
combatir los signos de fatiga en el cutis y, por supuesto, a lograr que nuestra
piel se muestre mucho más radiante.
Siguiendo con las verduras, no
podemos olvidar las espinacas, cuyo alto contenido en vitamina A ejerce un
extraordinario efecto sobre nuestro cabello, piel, mucosas, huesos y vista.
Siempre hay que incluir en la dieta alimentos ricos en betacaroteno, ya que
estimulan la melanina y combaten los efectos nocivos de las radiaciones
ultravioletas, ayudando a que nuestra piel luzca radiante. Las zanahorias son
los alimentos con alto contenido en betacaroteno más conocidos, pero no podemos
perder de vista otros como la sandía, el melocotón, el albaricoque o las
cerezas.
El tomate contiene licopeno y
antioxidantes, ayudando a proteger a la piel de las agresiones externas, sobre
todo en verano. Y la cebolla morada ayuda a prevenir las arrugas y los síntomas
del envejecimiento de la piel.
En cuanto a las frutas, lo mejor
es apostar por los cítricos, ya que tienen efectos similares a los fármacos
antihistamínicos y ayudan en la lucha contra eccemas en la piel, granitos, etc.
La vitamina C, además, contribuye a la formación y a la síntesis del colágeno y
la elastina, que retrasan el envejecimiento de la piel. Por eso, si además de
los cítricos incluyes frutos
rojos en tu alimentación, como fresas, frambuesas o arándanos, los resultados
serán mucho más visibles. Otra de las frutas que contribuye a dotar la piel de
elasticidad es el plátano, aunque en este caso lo consumiremos con más
moderación, ya que su aporte calórico es mayor que el de otras frutas.
Y para terminar con las frutas,
no podemos dejar de hablar de las uvas, que contienen resveratrol, uno de los
componentes que se están usando en muchos productos cosméticos porque, según
algunos expertos, activa las sirtuinas, retrasando el envejecimiento celular.
Y, además, te puedes permitir un capricho y cambiar las uvas por una copita de vino
(tinto, eso sí) para beneficiarte de esos mismos efectos.
Té verde, carnes de ave, ostras y frutos secos también contribuyen a
realzar tu belleza
El té verde, por su altísimo
contenido en polifenoles, es un antioxidante perfecto que retrasa el envejecimiento
de la piel. Y si de mantenernos jóvenes se trata, apostaremos por las carnes de
ave, ya que son bajas en grasas, ricas en proteínas y aminoácidos esenciales
para una buena salud física. Eso no quiere decir que no podamos ingerir carnes
rojas de vez en cuando (sin abusar). De hecho, su contenido en hierro también
puede ayudar a la potenciar la belleza de la piel.
Aunque no a todo el mundo le
gustan, las ostras tienen un alto contenido en zinc, muy beneficioso para las
pieles jóvenes que luchan contra los efectos del acné.
Por otro lado, a pesar de que
siempre se recomienda una dieta baja en grasas, hay que diferenciar entre las
grasas buenas y las malas. Las buenas (poliinsaturadas), contenidas en alimentos como los frutos secos o
los pescados azules, contribuyen muchísimo a mejorar el aspecto de nuestra
piel, así que tenemos que incluirlas en la dieta.
Y si lo que queremos en un
cabello lleno de elasticidad y con mucho brillo, los huevos serán nuestros
aliados, aunque de nuevo habrá que consumirlos con moderación.
Para terminar, podéis incluir en
la alimentación diaria algún complemento nutricional, como la levadura de
cerveza o la lecitina de soja. La primera es muy recomendable cuando tu cabello
es quebradizo y ha perdido brillo. Ademas, ayuda a prevenir el pelo graso. Por
su parte, la lecitina de soja retrasa el envejecimiento celular. Combinar ambas
es una estupenda opción para mejorar nuestro aspecto.
Ya lo sabéis, empezad hoy mismo a
cuidar vuestra alimentación con estos “súper-alimentos”. De este modo, cuando
vengáis a visitarnos y os pongáis en manos de nuestros profesionales de
L’Passage VIP (Núñez de Balboa, 95, Madrid), los resultados serán aún mejores.