En pleno puente de agosto, seguro
que muchos de vosotros estáis disfrutando de unos días de descanso en el mar,
en la montaña o cerca de un río o de un pantano. Sea cual sea el lugar elegido,
probablemente estéis aprovechando para broncear vuestra piel para que, al
volver a casa, todos os digan el bonito tono de piel que habéis tomado y lo
guapos que estáis.
Aunque los expertos lo repiten
hasta la saciedad, nunca está de más recordar algunos consejos útiles a tener
en cuenta para disfrutar del sol sin tener que lamentarlo.
Conocer la sensibilidad de cada persona al sol
Antes de exponer nuestra piel a
los rayos solares, es fundamental conocer la sensibilidad que ésta tiene al sol,
es decir, debemos conocer nuestro fototipo, entre los seis existentes:
• Fototipo I: piel muy clara, siempre se quema, no se
broncea nunca, con numerosas pecas.
• Fototipo II: piel clara, siempre se quema, a veces adquiere un ligero bronceado, numerosas pecas.
• Fototipo III: piel de clara a mate, a veces se quema, siempre se broncea (bronceado medio), algunas pecas.
• Fototipo IV: piel mate, no se quema nunca, siempre se broncea (bronceado oscuro), sin pecas.
• Fototipo V: piel morena, no se quema nunca, siempre se broncea (bronceado muy oscuro), sin pecas.
• Fototipo VI: piel negra, no se quema nunca, sin pecas.
• Fototipo II: piel clara, siempre se quema, a veces adquiere un ligero bronceado, numerosas pecas.
• Fototipo III: piel de clara a mate, a veces se quema, siempre se broncea (bronceado medio), algunas pecas.
• Fototipo IV: piel mate, no se quema nunca, siempre se broncea (bronceado oscuro), sin pecas.
• Fototipo V: piel morena, no se quema nunca, siempre se broncea (bronceado muy oscuro), sin pecas.
• Fototipo VI: piel negra, no se quema nunca, sin pecas.
Por tanto, las personas de ojos
claros, de cabellos rubios o pelirrojos, de piel blanca y/o pecosa, tienen una
mayor sensibilidad a los rayos solares y, por tanto, más peligro a la hora de
broncearse. Las quemaduras solares son un importante factor de riesgo, ya que
pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel.
Tal y como aseguran desde la
Asociación Española Contra el Cáncer, convivir con el sol es muy sencillo,
siempre que pongamos en práctica unas reglas básicas:
• Adquirir el bronceado de manera
lenta y gradual.
• Utilizar siempre
fotoprotectores (cremas y leches solares).
• Usar gafas de sol (para prevenir
lesiones de cataratas).
• Utilizar camisetas y gorras
siempre que hagamos actividades al aire libre.
En el caso de uso de
fotoprotectores, hay que elegir aquellos que tengan protección frente a rayos
UVA y UVB, un factor de protección solar alto, y utilizarlos en cantidad
suficiente para cubrir toda la superficie corporal, sin olvidar zonas como las
orejas o el cuero cabelludo, en el caso de niños pequeños y personas con
calvicie. Hay que desterrar el falso mito de que los fotoprotectores con factor
alto no van a permitir que nos bronceemos porque no es verdad.
Es necesario aplicar el producto
fotoprotector con la piel seca, ya que si está mojada, las gotas de agua
ejercen “efecto lupa” y pueden provocar quemaduras. La primera aplicación
deberá efectuarse 30 minutos antes de exponerse al sol y, a partir de ahí,
habrá que repetir la aplicación después de cada baño prolongado o cada dos
horas. Es conveniente elegir fotoprotectores resistentes al agua y reponerlos
constantemente cada vez que nos bañemos.
Además, podemos llevar a cabo
otra serie de gestos, como no utilizar perfumes antes de exponernos al sol,
evitar las horas centrales del día para broncearnos, ya que los rayos inciden
de manera mucho más directa y son más dañinos y, por supuesto, evitar prolongadas
exposiciones al sol.
Especial cuidado debemos tener
con niños menores de 3 años y ancianos, ya que sus pieles son mucho más
sensibles.
Si habéis tomado rayos UVA,
recordad que no debéis exponeros el sol durante las 48 horas posteriores a cada
sesión. Y, en caso de autobronceadores, hay que seguir los mismos consejos que
para las pieles no bronceadas.
Por último, pero no menos
importante, aunque parezca obvio, los rayos de sol llegan a todas partes, no
solo a la playa, la montaña y el río. Así pues, si no eres de los afortunados
que están disfrutando de sus vacaciones y te toca pasar estos días en la
ciudad, todos estos consejos también valen para ti.
Todo el equipo de L’Passage Vip
(Núñez de Balboa, 95, Madrid) os desea unos felices y protegidos días de descanso,
tomando el sol con mucha precaución.
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